sábado, 19 de mayo de 2012

Diez años

Convencido de nuestra ortodoxia,
intento liberarme de nuevos ropajes
que nublan mi memoria.

Qué difícil mantenerse inerme ante el paso del tiempo.
¿Será con los años el tiempo
imparcial juez de mi naturaleza?

Hoy soñé que era un miserable
y cuando desperté
actué-en-consecuencia.

Nadie advirtió un cambio en mí.

(Por fallas del ser tecnológico, este artículo navegó trescientos sesenta y cinco días por el universo virtual. Hoy se publica, exactamente un año después de que fuera escrito)


1 comentario:

pablo gúngolo dijo...

hermoso poema, como girar en 360
grados, y no haya pasado nada.-